HOSPITAL REYES CATÓLICOS
Desde la majestuosa capital de Vitoria-Gasteiz hasta los remotos rincones de sus parques naturales, Álava se erige como una tierra de contrastes y belleza natural que cautiva a sus visitantes. Desde los imponentes saltos de agua del Salto del Nervión hasta las playas de interior en Landa y Garaio, desde su rico patrimonio romano hasta la biodiversidad de la montaña alavesa, cada rincón de esta provincia cuenta una historia de paisajes impresionantes y experiencias inolvidables.
fotos: Fuente: Diputación Foral de Álava
La ciudad de Vitoria-Gasteiz, rodeada por el Anillo Verde, nos recibe con una invitación a sumergirnos en un oasis de naturaleza en su estado más puro. Con cinco parques que conforman un pulmón natural, como el bosque de Armentia y los humedales del parque de Salburua, es el lugar perfecto para disfrutar al aire libre y encontrar la paz en medio de la vida urbana.
El Salto del Nervión se yergue como un monumento natural en la norteña comarca de Ayala, rodeado de un paisaje espectacular que invita a la contemplación. Una ruta senderista a través del cañón de Delika nos conduce hacia esta maravilla natural, acompañados por la majestuosidad de la Sierra Salvada. Es un encuentro con la grandeza de la naturaleza que deja una huella imborrable en nuestros recuerdos.
La Sierra de Entzia, en el borde nororiental de Álava, nos sorprende con sus tesoros naturales y prehistóricos. Este anillo verde que rodea la ciudad de Vitoria-Gasteiz nos transporta a un mundo donde el tiempo parece detenerse, con formaciones kársticas, recorridos como los laberintos de Arno o Katarri, y lugares emblemáticos como el barranco de Igoroin o las cascadas de Zarpia. Es un viaje a través de la historia y la naturaleza en su estado más salvaje.
El parque Natural de Izki, en el sudeste de la provincia, nos ofrece un refugio natural lleno de belleza y diversidad. Con frondosos bosques de encinares, robledales y abedules, y lugares como las cuevas eremíticas de Laño, Faido y Marquínez, Izki es un santuario para los amantes del senderismo y la naturaleza.
En el complejo lagunar de Laguardia, cuatro lagunas con un importante humedal albergan una rica biodiversidad, con especies como azulones, fochas, zampullines y aguiluchos laguneros que convierten este lugar en un paraíso para los amantes de la observación de aves.
Además, otro de los parques naturales destacados es el Parque Natural del Valderejo. Situado en el oeste de Álava, este parque nos recibe con un amplio valle rodeado de empinadas laderas. Con nueve senderos que ofrecen vistas impresionantes, como el desfiladero del río Purón, y actividades emocionantes como las vías ferratas de Sobrón, este parque se convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Aunque pueda resultar inesperado, en Álava también podemos encontrar playas, sí, has leído bien, ¡playas! Las de Landa y Garaio son auténticas joyas de interior. En el embalse de Ullibarri-Gamboa se encuentran las playas de Garaio Sur y Garaio Norte, mientras que el parque de Landa nos sorprende con su hermosa playa. Este destino es simplemente perfecto para sumergirse en el agua dulce y disfrutar de emocionantes actividades acuáticas.
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Castillo de Portilla
Torre de los Varona
Para aquellos que buscan sumergirse en la historia y descubrir ciudades medievales, Álava es el lugar indicado. Marcada por siglos de disputas entre los reinos de Navarra y Castilla, esta tierra nos regala un legado impresionante de castillos y torres defensivas. El Castillo de Portilla, posiblemente construido en el siglo XI, es parte del Conjunto Monumental de Portilla y ofrece vistas espectaculares desde su posición elevada. Cerca de allí, encontramos el Castillo de Lanos, al que se puede acceder a pie a través de una agradable ruta de senderismo que conecta ambos castillos.
Por otro lado, la Torre de los Varona, datada en los siglos XIV o XV, es un ejemplo destacado de arquitectura defensiva medieval en Álava. Ofrece visitas guiadas gratuitas que permiten explorar su interior y descubrir su valioso patrimonio.
San Tirso
Antoñana
Álava es reconocida como tierra de viñedos y bodegas, ofreciendo a los amantes del vino una experiencia enoturística y gastronómica de primer nivel en un entorno sin igual. Desde las majestuosas sierras de Cantabria en Rioja Alavesa hasta los verdes valles de Ayala, el paisaje de esta región es el telón de fondo perfecto para disfrutar de una escapada enológica.
Rioja Alavesa, hogar de algunas de las bodegas más emblemáticas de la Denominación de Origen Calificada Rioja (DOC Rioja), donde se producen vinos que cautivan a paladares de todo el mundo. Desde bodegas centenarias cargadas de historia hasta modernas y vanguardistas, como Marqués de Riscal diseñada por Frank Ghery e Ysios diseñada por Santiago Calatrava, la diversidad arquitectónica refleja la riqueza de la oferta enológica de la región.
El cuidado de la uva y el paisaje se fusionan con el respeto a la tradición en la elaboración del vino, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora y llena de contrastes. Las opciones son casi infinitas, desde propuestas como 'Beber entre líneas' de las bodegas Solar de Samaniego, que fusiona la cultura del vino, arte y literatura, hasta la invitación de bodegas Valdelana a perderse en su Jardín de las Variedades y disfrutar de catas bajo el manto estrellado.
Tanto Solar de Samaniego como Valdelana han sido reconocidas en las dos últimas ediciones de los premios The Best Of por ofrecer la mejor experiencia enoturística.
Además de las visitas guiadas y catas comentadas, Rioja Alavesa ofrece una amplia variedad de experiencias para sumergirse en la cultura del vino, desde almuerzos y cenas entre viñedos hasta actividades tan sugestivas como la vendimia en familia o un relajante spa con vinoterapia. Esta tierra de vinos invita a vivir una inmersión completa en su historia, tradición y pasión por el vino.
Laguardia
Peñacerrada
Rioja Alavesa es vino y bodegas, pero también patrimonio y naturalez. Laguardia, una villa con un trazado medieval encantador, rodeada por una antigua muralla y salpicada de iglesias y palacios. Desde aquí, exploramos localidades cercanas como Sabinillas de Buradón, con su impresionante parroquia y hospital de peregrinos, antes de dirigirnos a Vitoria-Gasteiz, la capital de Álava.
Siguiendo un camino alternativo desde Laguardia a través del puerto de Herrera, llegamos a Peñacerrada, un pueblo marcado por su ubicación fronteriza histórica y sus impresionantes murallas. Descubrimos sus casas antiguas y la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción antes de continuar nuestro viaje.
Y por último, llegamos a Labraza, la población fortificada más pequeña del País Vasco, galardonada por su conservación excepcional. Aquí, exploramos una muralla impresionante y escuchamos las leyendas que rodean esta villa. Luego, nos dirigimos a Antoñana, con sus calles empedradas y su magnífica muralla que cuenta historias de disputas entre reinos. Finalmente, completamos nuestro viaje medieval por Álava llegando a Vitoria-Gasteiz.
Iglesia pintada de Alaitza
San Martin de Tours (Gazeo)
El románico en Álava se erige como un tesoro artístico y arquitectónico, siendo la provincia que alberga la mayor colección de este estilo en Euskadi, con más de 240 iglesias y ermitas repartidas por su territorio. Estas construcciones son testigos de la rica historia medieval de la región y ofrecen una oportunidad única para sumergirse en su patrimonio cultural.
Dos de las joyas del románico alavés son el Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz, cercano al pueblo de Argandoña, y la Basílica de San Prudencio en Armentia, zona rural de Vitoria-Gasteiz. El Santuario de Estíbaliz destaca por su sobrio interior y su magnífica portada Speciosa, adornada con una impresionante decoración vegetal y figuras inspiradas en el reino animal. Además, junto al santuario se encuentra el Centro de Interpretación del Románico de Álava, que enriquece la experiencia cultural.
Por otro lado, la Basílica de San Prudencio y San Andrés de Armentia, construida en el siglo XII, es un imprescindible del románico alavés. Su pórtico cuenta con relieves que muestran escenas del Santo Entierro y la Anunciación, entre otros.
La ruta por el románico alavés también incluye la ermita de la Concepción en San Vicentejo, que destaca por su simplicidad y su ábside único con enigmáticos relieves, así como las iglesias de San Martín de Tours en Gazeo y Santa María de la Asunción en Alaitza, donde se pueden apreciar sorprendentes pinturas medievales.
Almendra Medieval de Vitoria-Gasteiz
Plaza de España
Y no podemos dejar de mencionar la Almendra Medieval de Vitoria-Gasteiz, donde podemos admirar palacios, casas, torres y hermosos templos de indudable interés del arte gótico, renacentista, barroco o neoclásico. Aquí, podemos explorar tres rutas de sur a norte para sumergirnos en el ambiente especial que se respira entre sus calles estrechas, torres y palacios.
Almendra Medieval
El potencial turístico de Álava es tan vasto que sería imposible plasmar todas sus actividades en un único artículo. Sin embargo, es imperativo destacar una de sus joyas más preciadas: la catedral gótica. Esta majestuosa construcción, con una antigüedad de 800 años y más de 100 reformas a lo largo de su historia, ha sido sometida a una intensa labor de reconstrucción desde 2004. Aunque aún no ha concluido su restauración, la catedral está abierta al público, permitiendo a los visitantes contemplar tanto el resultado de las obras de reconstrucción como los trabajos en curso.
Visitar la catedral no solo brinda la oportunidad de conocer su historia, sino también la de la misma Vitoria-Gasteiz, convirtiéndola en una visita imprescindible para quienes desean sumergirse en el legado cultural y arquitectónico de la región.
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