Texto y fotos: Guillermo Cachero
Ferrol es una de las ciudades españolas que se caracteriza por la gran variedad de edificios de estilo modernista. La mayoría de los edificios de este estilo se encuentran en el barrio de la Magdalena. Rodolfo Ucha Piñeiro fue el arquitecto más destacado del modernismo ferrolano, ya que cuenta con 28 edificios que llevan su firma.
Rodolfo Ucha, muy cercano al arquitecto Domenech i Montaner, gran arquitecto de la Barcelona modernista, con edificios como el Hospital de Sant Pau y muchos de los que se ven en el Eixample, es un precursor del racionalismo arquitectónico, con estructuras diáfanas y con un uso moderno de las construcciones de hierro y ladrillo visto. Su obra influyó en futuras figuras del modernismo catalán, como Gaudí o Puig i Cadafalch.
El modernismo se extendió por toda Europa, adoptando formas y peculiaridades nacionales: en Francia y Bélgica el Art Nouveau, en Inglaterra el Modern Style, en Italia el Liberty o Floreale, en Alemania el Jugendstil y en Austria la Sezession.
El centro de Ferrol tiene un estilo muy propio y si hablamos de similitudes es simplemente por el ámbito arquitectónico en que se construyeron, entre la última década del siglo XIX y las dos primeras del siglo XX. Una arquitectura muy propia basada en un ensanche de manzanas rectangular que generó un tipo de edificaciones con grandes balcones que se cubrían con galerías blancas de madera y, últimamente, en hierro. Un tipo de edificios muy peculiar en muchas otras ciudades gallegas.
FACHADA TEATRO JOFRE
Rodolfo Ucha fue un arquitecto que desempeñó un papel tan importante como los edificios que dejó en toda la zona de la Magdalena, desde la calle Rubalcava en el número 55 hasta la casa Rodríguez Fernández, construida en 1912. La casa Díaz en el n.º 53 de la Calle Concepción Arenal. La Casa Pereira II, La Capilla de la Merced. Bellos edificios como el Casino de Ferrol, la Pescadería del Mercado y la peculiar balconada del Teatro Jofre, que podíamos calificar como la Ruta Modernista de Rodolfo Ucha.
Los muchos peregrinos que efectúan el Camino Inglés, tiene la suerte de atravesar todo el centro de la ciudad y disfrutar de la belleza de varios de esos edificios. Pues su inicio parte desde el puerto llamado Ferro Vello, donde también se encuentra la Oficina de Turismo y la Oficina de Atención al peregrino. Se continua por la calle San Francisco hasta la iglesia del mismo nombre, en la que fue bautizado el dictador Franco. A la derecha de la iglesia se encuentra un mirador desde donde se tiene una panorámica de todo el puerto, el Arsenal y los astilleros. En el mirador, se ubican los jardines de San Francisco y Cuesta de Mella. Allí, se encuentra una estatua policromada en honor al Marqués de la Ensenada, que preside la zona. A pocos metros se encuentra el parador nacional.
Se llega hasta la plaza del Marqués de Amboage, una de las más hermosas de la ciudad y, que antiguamente llevaba el nombre de Plaza de los Dolores, ya que en ella se ubica la iglesia del mismo nombre que data del siglo XIII, donde tiene su sede la cofradía de los Dolores, de gran importancia en la fervorosa Semana Santa de la ciudad. Perteneciente al gremio de los comerciantes. La plaza, después de la revolución de 1868 que derrocó a la reina Isabel II, pasó a denominarse de la Libertad, una nominación que se demostró efímera. Fue en 1893 cuando se le dio el nombre del marqués de Amboage, que conserva hasta la actualidad. En la misma plaza se encuentra la capilla de la Merced. Construida por iniciativa de los mercedarios en 1926 en estilo ecléctico, modernista y neogótico, por Rodolfo Ucha Piñeiro.
El Marqués, cuyo nombre era Ramón Plá, fue un filántropo que estableció una fundación benéfica cuyos fondos permitían eludir el servicio militar a los hijos de familias modestas, en un escenario de abundantes guerras, como fue el período a caballo de los siglos XIX y XX, hasta que se estableció el servicio militar obligatorio.
Continuamos el recorrido por la calle Dolores, donde se encuentran varios edificios modernistas, entre ellos la Casa Pereira otro de los edificios de Ucha. Se accede a la zona de la Magdalena, donde se encuentra otro de sus famosos edificios de 1912 el del Correo Gallego, debemos hacer una parada en el Casino de 1925 y el Teatro Jofre, inaugurado en 1892 obra del arquitecto Faustino Domínguez Domínguez, aunque su fachada la remodeló Rodolfo Ucha Piñeiro en 1919, creando la sensación de palacio urbano. Una de las joyas de la ciudad, que se encuentra enfrente del museo naval.
PEPITAS
En el Teatro Jofre, comienza una de las celebraciones más románticas y bellas de la ciudad, las rondallas, conocidas como las Pepitas una fiesta centenaria que se celebra el día precedente a San José. Con la recepción a las madrinas de las agrupaciones musicales que son la columna vertebral de esta fiesta.
Esta celebración surge de una tradición en la que los numerosos trabajadores que llegaron a la ciudad procedente del resto de España para trabajar en los astilleros, solían cantarles a las chicas para conquistarlas. Y dado que las jornadas eran de sol a sol, no tenían tiempo libre para rondar a las muchachas. En la víspera de San José, dado que el día siguiente era festivo, recorrían las calles y se detenían en los balcones para cantarle canciones con letras que ellos mismos creaban alabando a las muchachas ferrolanas. Ellas abrían sus balcones con gran entusiasmo para escucharlos.
Las rondallas están compuestas por hombres o mujeres que llevan trajes similares a los tunos y tocan instrumentos de cuerda, donde recorren las calles cantando de balcón en balcón. Y a partir de las 20 horas, bajo una carpa, comienza un festival habitual en la Plaza de Amboage. Donde, las diferentes formaciones, un total de ocho, se irán subiendo al escenario para interpretar un total de tres canciones: un pasacalles, un vals y una danza, tal y como lo establece la tradición. Tras participar en el escenario, vuelven a recorrer las calles hasta altas horas de la noche cantando de balcón en balcón, ofreciendo sus melodías a las ferrolanas, las verdaderas protagonistas y el auténtico significado de esta festividad.
BARRIO CANIDO
No es posible marcharse de Ferrol sin visitar el barrio que durante los últimos años se ha hecho famoso en todo el mundo.
Una pequeña iniciativa puede desarrollar una gran idea que, con el tiempo, puede convertir lugares degradados en un gran atractivo para una ciudad.
Esta iniciativa la tuvo el pintor Eduardo Hermida, un artista local que decidió pintar en la fachada de su estudio una reproducción del cuadro Las Meninas de Velázquez. El resultado le gustó tanto que como él nos comenta: Tras el estudio, continué con mi hija dibujando dos o tres viviendas abandonadas para ver si de esta forma el barrio mejoraba.
De la misma manera, en que ellos apreciaron lo bien que decoraban las casas abandonadas, otros dos artistas de la zona tuvieron la misma sensación y se unieron a la idea.
La iniciativa tuvo repercusión en toda la provincia y llegaron más artistas, que quisieron dejar plasmada su obra en sus fachadas. Así, un barrio de viviendas abandonadas se transformó en una exposición de cuadros con los dibujos de las Meninas en lugar de las sucias fachadas. Cada uno de ellos pintó el famoso cuadro a su manera, creando una identidad que en la actualidad es conocida en casi todo el mundo gracias al eco que ha tenido en las redes sociales.
Y para todos aquellos que alguna vez han visitado Ferrol y vuelven para disfrutar de su Semana Santa o visitar el Museo Naval, o quienes vuelven a tener la tentación de hacer el Camino Inglés.
Les invito a que visiten o vuelvan a visitar el Barrio de Canido, ya que comprobarán que las pinturas en las fachadas se han ampliado y muchas otras se han sustituido por nuevas, por el hecho de que todo está en un continuo movimiento de pintores que desean exponer su arte en un lugar que para ellos es un museo al aire libre.
Ha sido tal la repercusión que el barrio de Canido ha sido reconocido por la Unesco como “Itinerario cultural dentro de Galicia”.