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DESCUBRIENDO EL PATRIMONIO GASTRONÓMICO DE NAVARRA

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El hotel Alma de Barcelona fue el lugar escogido para llevar a cabo la presentación de Reyno Gourmet, una marca de garantía creada en el año 2007 por Gobierno de Navarra, y gestionada por la empresa pública INTIA S.A. que identifica y ampara aquellos productos agroalimentarios con certificación de calidad y otros que, por sus características específicas son susceptibles de diferenciación en la Comunidad Foral de Navarra. 

Así, la marca se constituye como una herramienta fundamental para promover y proyectar una imagen común que favorece la implantación e identificación de estos productos en el mercado. Cuyos protagonistas fueron principalmente el Espárrago de Navarra y la Alcachofa de Tudela, además de otras verduras de emblemáticas de la huerta Navarra.

El cóctel fue elaborado por los cocineros catalanes Xavier Pellicer (Xavier Pellicer*), Artur MarGnez (Aürt*) y Jordi Vilà (Colmado Múrria) y por los chefs navarros Javier Díaz (Alhambra) y Leandro Gil (La Biblioteca*), de Pamplona. Todos ellos reconocidos por sus elaboraciones con verduras.

Javier Díaz del restaurante Alhambra de Pamplona hizo un “carpaccio de Espárrago de Navarra, crudo, cacahuete, piñón, vermú rojo y escamas de sal de oro” y a continuación un “taco de Black Angus y vegetales de primavera: guisante lágrima, perretxikos y Espárrago de Navarra”. 

Por su parte, Leandro Gil de La Biblioteca (*) de Pamplona elaboró un “guisante lágrima cocinado en agua de tomate en verde y fresas secadas al sol” y “habitas tiernas, lácteo de ibérico y ruibarbo guisado”.

Xavier Pellicer (Xavier Pellicer*) presentó una “Alcachofa de Tudela escabechada, a la brasa, romesco blanco” y “tagliatelle de Espárrago de Navarra, vainilla, cítricos e infusión de manzanilla”. 

Artur Martínez (Aürt*) hizo un “Espárrago de Navarra, yema de huevo y mantequilla de kéfir” seguido de una “Alcachofa de Tudela, almendra y otras flores”. 

Por su parte, Jordi Vilà, del Colmado Múrria, cocinó un “Espárrago de Navarra en escabeche de manjar blanco e ijada” y “Alcachofa de Tudela, berenjena asada y queso blando de oveja.

Los vinos seleccionados por la Denominación de Origen Navarra para armonizar con los platos presentados fueron el vino blanco de Príncipe de Viana (garnacha blanca, chardonnay, sauvignon blanc) de Bodegas Príncipe de Viana de Murchante; el rosado Albret Rocío (garnacha) de Finca Albret de Cadreita; el Rosado Palacio de Sada (garnacha) de Bodega Palacio de Sada, de Sada, y el tinto Ilagares, (garnacha) de Bodegas San Martín, de San Martín de Unx. El broche lo puso un chupito de Pacharán Navarro.

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La Comunidad Foral de Navarra ofrece una amplia gama de experiencias gastronómicas que abarcan cada rincón de la región. Durante la primavera y el verano, la tierra se engalana con festivales culinarios que rinden homenaje a los productos de temporada. Adicionalmente, mercados y ferias cobran vida, dando a los productores la oportunidad de compartir y vender los frutos de su arduo trabajo. Esta región se posiciona de manera excepcional para iniciar un apasionante viaje culinario.

El recorrido puede comenzar en su capital, Pamplona, donde una ecléctica selección de restaurantes da vida a los platos típicos de la zona. Deliciosas opciones como la chistorra, el chuletón de buey y los pimientos del piquillo rellenos forman parte de la oferta gastronómica.

Avanzando hacia Tudela, se revela un lugar reconocido por sus productos agrícolas de excelencia, con la alcachofa de Tudela, destacando por su sabor y textura inigualables. Este vegetal se convierte en protagonista de platos como la menestra de verduras y la tortilla de alcachofas. Entre los platos típicos resaltan el cordero al chilindrón y la parrillada de verduras, una forma exquisita de apreciar los tesoros vegetales de Navarra, que incluyen espárragos, pimientos y tomates.

Estella-Lizarra, una ciudad histórica, se erige en un santuario para los amantes del vino y los pintxos. La D.O. Navarra nos obsequia con vinos notables, entre ellos la Garnacha, el Tempranillo y el Graciano. Aquí, los bares de pintxos son tesoros culinarios, donde el jamón ibérico, el queso de oveja y las croquetas de jamón se lucen.

En Baztan, la comarca es famosa por sus lácteos y quesos artesanales, como el Idiazabal y el Roncal. Los sabores auténticos se despliegan en platillos como el guiso de cordero y las truchas del río Baztan.

Olite, una pequeña localidad, deslumbra con su imponente castillo medieval y su cocina distinguida. En sus restaurantes, el cochinillo asado, el cordero al horno y el bacalao al pil-pil son deleites gastronómicos.

Navarra ostenta un renombre vitivinícola gracias a sus tintos de categoría superior. Las uvas autóctonas, entre ellas la tempranillo, la garnacha y la graciano, dan origen a vinos intensos y complejos, caracterizados por matices de frutas maduras y especias.

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Vinos blancos: A pesar de que los vinos tintos ostentan mayor reconocimiento en la región, Navarra también destaca por la producción de vinos blancos de excelencia. Estos vinos, mayormente elaborados a partir de la variedad de uva viura, se caracterizan por su frescura y aroma.

El pacharán, un licor icónico de Navarra, se confecciona a partir de endrinas, una variedad de ciruela silvestre, y anís. Su origen se remonta a épocas medievales y se ha convertido en una bebida emblemática de la región. El pacharán se disfruta solo o como componente en cócteles, destacando por su dulce y anisado sabor.

Estos vinos, junto al pacharán, resultan inigualables para acompañar la exquisita comida navarra. Los tintos, por ejemplo, armonizan perfectamente con platos como la chistorra (una salchicha picante), carnes de caza y guisos. Por otro lado, los blancos resultan ideales para realzar la experiencia culinaria de pescados y mariscos.

Las oportunidades de degustación son asombrosas: Navarra alberga una multitud de bodegas que brindan la posibilidad de probar sus vinos y pacharán. Algunas de estas bodegas incluso ofrecen visitas guiadas por sus instalaciones y viñedos, brindando una excelente oportunidad para adentrarse en el proceso de elaboración.

No podemos pasar por alto que Navarra forma parte integral del Camino de Santiago, un camino centenario que adquiere aún más prestigio gracias a la belleza natural que la región ofrece. Roncesvalles, la primera parada en la ruta jacobea en territorio español, es considerado por muchos el punto de inicio para alcanzar Santiago de Compostela. Aquí, se puede admirar la majestuosa Catedral de Roncesvalles y saborear la deliciosa gastronomía local.

En Puente la Reina, es imperativo visitar la Iglesia de Santiago, conocida también como la iglesia del crucifijo debido a la singular silueta en forma de "Y" de su Cristo. Durante esta etapa del Camino, se pueden degustar platos característicos como el chuletón de buey y los pimientos del piquillo rellenos.

Zubiri, una pequeña localidad situada en el valle del río Arga, es famosa por su iglesia románica y por brindar un lugar de reposo a los peregrinos.

En la región de Tierra Estella, Los Arcos se destaca por su iglesia de Santa María, una obra de estilo gótico tardío.

Finalmente, Viana, una villa medieval en La Rioja, cuenta con la imponente iglesia gótica de Santa María, agregando un toque majestuoso al recorrido.

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